Muchas personas experimentan comúnmente síntomas del tracto digestivo sin prestarles mucha atención, pero la mayoría no sabe que cuando estos síntomas aparecen frecuentemente es hora de visitar al gastroenterólogo, quien es el médico especialista en diagnosticar y tratar todas las enfermedades del aparato digestivo.
Entre los síntomas más comunes que ameritan visitar este especialista se encuentran:
- Dolor abdominal o tipo cólico
- Acidez
- Reflujo
- Sensación de llenura (aún sin haber comido)
- Distención abdominal (exceso de gases)
- Estreñimiento
- Sensación de cuerpo extraño o dolor al evacuar (hemorroides)
- Ictericia (coloración amarillenta de la piel, los ojos y las mucosas de la boca)
La mayoría de los especialistas recomienda que ante estos síntomas el paciente visite primero a su médico de cabecera, el cual determinará si es necesario acudir al gastroenterólogo o realizar estudios más especializados. Una vez que un paciente ha sido diagnosticado con enfermedades del tracto digestivo (existen alrededor de 800) como las relacionadas con Helicobacter Pylori, gastritis, úlcera gástrica, cirrosis hepática, esofagitis, hernia hiatal, hemorragia digestiva, hepatitis, tumores de hígado, obstrucción intestinal, pancreatitis aguda, entre otras, debe realizarse un seguimiento adecuado con el gastroenterólogo, para evitar cualquier otra complicación.
La gastroenterología es la rama de la medicina que se encarga del estudio del aparato digestivo, comprendido por los órganos: esófago, estómago, intestino delgado, intestino grueso, recto y ano, y glándulas digestivas (hígado, vesícula, vías biliares y páncreas);por lo tanto, a su vez, se derivan de ella la hepatología (estudio del hígado) y proctología (estudio del recto y ano).
En aquellas personas con antecedentes personales y familiares de enfermedad gastrointestinal, o con molestias en el cólon después de los 55 años de edad es recomendable acudir periódicamente al gastroenterólogo, ya que son más propensos a desarrollar alguna patología e incluso cáncer.
Durante la primera consulta el gastroenterólogo realizará la historia clínica de cada paciente, incluyendo sus antecedentes personales y familiares de cualquier patología, los medicamentos que toma el paciente, así como los síntomas que está experimentando, desde cuando los presenta y con qué frecuencia, que factores (alimentos, bebidas o situaciones específicas) producen el malestar, la persistencia o evolución de los mismos y si ha tratado de atenuarlos con algún medicamento sin éxito. Este es el momento ideal para que el paciente pueda aclarar cualquier duda que tenga sobre sus síntomas actuales.
Dependiendo de cada paciente el gastroenterólogo podría recurrir a estudios más especializados para un diagnóstico preciso, como son exámenes de sangre, ecosonograma abdominal, u otros métodos más invasivos como la gastroscopia o endoscopia y la colonoscopia. Estos últimos, a pesar de ser más incómodos para el paciente permiten la observación del tracto gastrointestinal (consisten en introducir una manguera muy fina con cámara por la boca o el ano del paciente) y en algunos casos incluso curar las lesiones directamente en un solo procedimiento.
Es importante recordar que aunque pueden parecer síntomas “comunes” y de menor importancia podrían estar alertando al paciente de alguna enfermedad que amerite valoración y tratamiento por un especialista.
Siempre consulte a su especialista. No debe de automedicarse.