NUEVA YORK (Reuters Health) – Un estudio demuestra que mantener un peso saludable desde la juventud y durante la mediana edad prolonga la vida. El sobrepeso en alguna de esos dos períodos está asociado con la mortalidad.
En el Estudio sobre la Dieta y la Salud, de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por su sigla en inglés) y la organización AARP, los participantes que llegaban a la adultez con un Indice de Masa Corporal (IMC) normal, no engordaban y mantenían un IMC saludable durante toda la adultez vivieron más que los que ya tenían sobrepeso, engordaron o no adelgazaron.
«Nuestro estudio halló que tener sobrepeso y engordar en la juventud y la mediana edad (18 a 50 años en nuestra investigación) está sólidamente asociado con la mortalidad más adelante», dijo el doctor Kenneth F. Adams, del Sistema de Vigilancia Oncológica de Minnesota, St. Paul.
«Para reducir la mortalidad de sus pacientes, los médicos deberían alentar con vehemencia a sus pacientes más jóvenes a mantener un peso normal estable», agregó.
«La mayoría de los estudios previos no había hallado una relación entre el aumento de peso y la mortalidad. Pero no tiene sentido que el IMC esté asociado con la mortalidad y que el aumento de peso no lo esté. Aclaramos esa paradoja al evaluar el peso adulto en tres intervalos etarios», sostuvo Smith.
El estudio de NIH y AARP incluyó a 109.947 hombres y mujeres de entre 50 y 71 años al ingreso, en 1995-1996. Los participantes con un IMC mayor a los 18 años tenían un riesgo de morir significativamente superior al del grupo con peso normal (IMC de entre 18,5 y 22,4).
Las asociaciones entre el IMC elevado y la mortalidad fueron más sólidas con las muertes por enfermedad cardiovascular.
El IMC levemente elevado (entre 25 y 27,4) a los 18 años elevó un 65 por ciento ese riesgo, mientras que un IMC de 27,5 o más lo hizo 2,42 veces, según publica el equipo en American Journal of Epidemiology.
Engordar entre los 18 y 35 años y entre los 35 y 50 años estuvo sólidamente relacionado con la mortalidad, mientras que un leve aumento de peso entre los 50 y 69 años redujo un poco el riesgo de morir. En este segundo rango etario, engordar algo más de 1 kilo por año elevó levemente el riesgo de morir (17 por ciento).
La relación entre el aumento del peso y del riesgo de morir fue significativa sólo en los participantes con un estado de salud muy bueno o excelente.
«Además de medir la altura y el peso, habría que utilizar el centímetro para medir también la circunferencia de cintura. Parecería predecir mejor las enfermedad metabólicas que el IMC», dijo Allman-Farinelli.
FUENTE: American Journal of Epidemiology