Los quistes hepáticos parasitarios están representados por los quistes hidatídicos que son originados por Echinococcus granulosus. Con frecuencia son asintomáticos. Pueden originar tres efectos que se dan en distinta proporción: los propios de una lesión ocupante de espacio, la hipertensión portal o la colangitis.
Síntomas de los Quistes Hepáticos
La mayoría de los quistes hepáticos simples no producen síntomas. Cuando el quiste es grande (mayor de 4 cm), pueden haber síntomas inespecíficos como dolor abdominal, saciedad precoz o náuseas. Sin embargo, la evaluación de estos síntomas siempre debe ser cuidadosa, ya que estas molestias pueden ser originadas en otras causas como síndrome de intestino irritable, lumbago, colelitiasis u otros. Es poco frecuente, pero en ocasiones un quiste grande puede complicarse por hemorragia, torsión, infección o ruptura.
Tratamiento
La gran mayoría de los quistes hepáticos simples no requieren tratamiento. Cuando el quiste es grande (mayor de 4 cm), habitualmente se recomienda un control de imágenes, para lo cual habitualmente es suficiente una ecografía. Si el quiste no aumenta de tamaño luego de 2 ó 3 años, no es necesario hacer más controles.
En aquellos casos en que el quiste es grande y sintomático, el tratamiento de elección es la cirugía. Si bien existen diversas opciones quirúrgicas, la más utilizada es el destechamiento del quiste, ya sea mediante cirugía abierta o laparoscopía. El drenaje del quiste por punción no es una opción satisfactoria, ya que el quiste se reproduce de regla.