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La glándula suprarrenal, tienen forma triangular y están situadas en el polo superior de ambos riñones. Cada glándula está dividida en dos partes, la corteza y la médula. En la corteza se distinguen tres partes:
Glomerular: produce mineralcorticoides
Fascicular: productora de glucocorticoides
Reticular: produce hormonas sexuales
La médula forma parte del sistema neuroendocrino y es responsable de la secreción de catecolaminas.

 

El tumor suprarrenal es una masa suprarrenal descubierta de forma casual, en una prueba de imagen abdominal (ecografía tomografía o resonancia), realizada en una persona por otro motivo que está asintomática.
La incidencia de esta patología ha aumentado al mejorar la calidad de las pruebas diagnósticas.

Síntomas de un Tumor Suprarrenal
Se caracteriza por la ausencia de síntomas llamativos. En aquellas situaciones en los que la masa se hace muy grande puede producir dolor, o dar alteraciones gastrointestinales por compresión.

Carcinoma corticosuprarrenal
Es un tumor raro, que suele aparecer alrededor de los 40 años. Aunque es potencialmente curable en los estadios iniciales, sólo el 30% de los casos el tumor afecta exclusivamente a la glándula a la hora del diagnóstico.
Los tumores se clasifican en funcionantes y no funcionantes según sean capaces de producir y liberar ciertas sustancias (hormonas), en el 60-80% de los casos son funcionantes.
Para descubrirlo debemos realizar estudios de sangre y orina, tomografía axial computarizada o resonancia nuclear magnética. También puede ser útil la angiografía selectiva.
El pronóstico depende del tipo de tumor y de la extensión del mismo.
Salvo en los casos de tumores que producen hormonas, la mayoría de las veces el primer signo es una masa palpable en el abdomen o en la región lumbar y dolor en esa zona. También puede producir fiebre, hematuria, pérdida de peso, disnea.
En aquellos casos en los que el tumor es funcionantes se puede producir: Síndrome de Cushing, virilización, feminización, pubertad precoz o hiperaldosteronismo, por las hormonas liberadas.
Síndrome de Cushing (exceso de cortisol): obesidad del tronco, facies redonda, hipertensión, estrías, alteración de la tolerancia a la glucosa, debilidad, plétora, hirsutismo, amenorrea.
Hiperaldosteronismo (exceso de aldosterona): hipertensión, hipopotasemia, debilidad, calambres musculares, poliuria y polidipsia.
Exceso de andrógenos. En varones y mujeres prepúberes el exceso de andrógenos provoca aumento del crecimiento y la masa muscular, acné, cambio de la voz, agrandamiento de los genitales y crecimiento del vello púbico y facial. Las mujeres adultas presentan aumento de la masa muscular, acné, cambios de la voz, hirsutismo, amenorrea, infertilidad y calvicie transitoria.
Exceso de estrógenos. Suelen asociarse con procesos malignos y consisten en ginecomastia en los varones prepúberes; pubertad precoz (hemorragia vaginal y desarrollo mamario) en las mujeres prepúberes; y ginecomastia, disminución de la libido, impotencia e infertilidad en los varones adultos.